miércoles, 29 de agosto de 2012

DANILO NO QUIERE FOTOS

Por Carlos Báez



La imagen es lo más importante para el nuevo Instagram ,pero es cierto que cantidad de gente en múltiples ocasiones no queda bien para la foto ,a veces hasta se abusa del photoshop. Cabe recordar muchas de candidatos para cargos legislativos en pasadas elecciones cuyo resultado era el vivo retrato de alguno de sus nietos. De la imagen se ha abusado mucho ,la religión católica nos dio los santos y las vírgenes y hoy la santería en muchos países es utilizada para fines de brujería ,quizás por ello hay culturas iconoclastas o rompedoras de imágenes . El fervor a la proyección de una imagen o a la idea que arroja la misma, ha dado como consecuencia millones de muertos a la humanidad ,las guerras religiosas han sido las causantes de las contiendas más terribles y sangrientas y si retrotraemos otras imágenes conflictivas recordaremos la esvástica Hitleriana Vs la estrella de David . El culto a la personalidad, un término acuñado por el Ruso Nikita Jrushchov en el 1956 en un discurso contra Stalin en un congreso de su partido ,es propiamente un legado de los dictadores. El uso de la imagen para implantar dicho culto y admiración desmedida a su “jefe” comenzó en nuestro país en la dictadura de Trujillo .

La foto del gobernante se introdujo en los cuarteles y en las dependencias del Estado , detrás de cada puesto gerencial y se siguió la practica en todos los gobiernos posteriores 51 años después del ajusticiamiento de quien durara 31 años en el poder . Frente a la mirada de quien se venera en imágenes , o detrás de la visión hipotética de la figura colgada en la pared , han habido muertes, abusos, torturas, humillaciones , robos ,engaños ,dispendios de los bienes del Estado y mucha impunidad por delitos inIMAGINABLES . La foto como recurso de ponderar a un mortal más allá de las posibilidades de ser un ciudadano normal con un cargo de presidente como lo que debe ser hoy en el siglo XXI, quizás sea junto a muchas cosas más de lo que no se necesite en el país dado tantos resultados adversos.

lunes, 13 de agosto de 2012

EQUIVOCACION VERGONZOSA

Por:LEONOR PORCELLA DE BREA
Listin diario .17 de marzo del 2010.

La vergu¨enza es una condición imprescindible en el ser humano para que la dignidad se establezca definitivamente en la humanidad del presente. Esa dignidad tan ultrajada, tantas veces pisoteada por hechos deplorables y por arrebatos de la palabra comunicada, no logra desaparecer por estar fortalecida por la vergu¨enza; ambas unidas forman la columna vertebral de los conceptos, heridos por desplazamientos indeseados de las ocurrencias de la época en que vivimos, con determinadas aberraciones expuestas por personas desaprensivas que toman caminos equivocados. Esas equivocaciones que nos exponen al sufrimiento a través de la existencia nos permiten pensar que somos sobrevivientes de la vida como pasajeros del mundo.

¡Sobrevivientes! porque el ser humano es muy susceptible a las heridas profundas, y los dominicanos sobrevivimos a la feroz dictadura de Rafael Leonidas Trujillo. Todos los nacionales, a excepción de algunos de sus colaboradores, sufrieron las embestidas de una etapa impactantemente desestabilizadora, tanto físicamente como del alma y la moral, desde 1930 a 1961, marcándonos sicológicamente a todos los dominicanos y a nuestro país.

Es evidente que la señora Angelita Trujillo Martínez no vivió la evolución de República Dominicana; cuando ella se marchó del país, esta capital denominada, Ciudad Trujillo, llevaba los labios mudos y el corazón al galope a causa del horror de los asesinatos; igual que por los “cepillos” con sus sirenas estridentes, exponentes del terror que circulaba por las venas del dominicano, que conocía que esos automóviles eran conductores a las peores torturas impuestas por el Generalísimo, de la tragedia de 31 años de dolor y humillaciones. Hoy esta capital no es el pueblo que ella dejó, ¡es una gran ciudad, Santo Domingo! con el país democrático, y 10 millones de habitantes que rechaza todo lo que signifique dictadura.

Fue penoso querer tapar el sol con un dedo mediante el libro titulado “Trujillo, mi padre”, una historia vista solamente con el corazón de su hija, pero no ceñida a la verdad histórica de la era de Trujillo, amo y señor de esta tierra mientras la dominó. Esta señora regresa a su país denigrando a los ajusticiadores de la más férrea dictadura de Latinoamérica ¡Qué equivocación vergonzosa! Puedo dar testimonio de que el señor Luis Amiama Tió, sumamente amigo de mi esposo, el doctor Aulio Brea Ortega, fue defensor de los derechos del hombre. Noble persona, valiente y humano, nunca ideó el monstruoso asesinato de las hermanas Mirabal; por el contrario siempre iba a casa consternado en cada asesinato del dictador, incluyendo el más sentido y de más repercusión entre todos, por tratarse de tres mujeres, siendo al mismo tiempo tres hermanas: las Mirabal.

La historia no soporta falacias; la nuestra ha sido muy sufrida y triste y nadie, absolutamente nadie por más dominicano que sea, por más enterado de datos secretos, por más poder que haya tenido o que tenga, no tiene el derecho de enlodar a nadie sin pruebas, ni venir a su país con bombos y platillos -o sin ellos- para supuestamente aportar en su libro datos históricos distorsionados a los previamente narrados por grandes historiadores nacionales ceñidos a la verdad desinteresada.

Nadie puede ofrecer datos inciertos con relación a los hechos pasados que hoy conforman la historia de República Dominicana.

Esos datos considerados por la señora Trujillo como “aportes a la historia” son una vergu¨enza para nuestra historia, porque los héroes del 30 de Mayo lo han sido desde el ajusticiamiento del dictador, y después de 50 años creyendo una realidad invariable por conocimiento de los personajes ejecutores y testigos, nadie con teorías emocionalmente infundadas puede destruir la verdad ineludible.

LA HISTORIA DE LAS MIRABAL

Por Florence Thomas .

Voy a contar una historia triste. Se inicia en República Dominicana en los años 50, bajo la dictadura trujillista. Relataré primero el final de la historia: el 25 de noviembre de 1960 fueron torturadas y brutalmente asesinadas las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo. Sus cuerpos despedazados fueron arrojados a un barranco y encontrados poco después.

Ellas eran tres hermanas, esposas, madres e hijas y activistas políticas quienes con un grupo de amigos y amigas militaban en contra de las injusticias de un dictador y hoy siguen representando la determinación de las mujeres en las luchas libertarias. De las tres militantes, Minerva era, según atestiguan quienes las conocieron desde su infancia, la más bella y de una inteligencia prodigiosa. Ella se casó con un joven dirigente del partido comunista.

La tragedia de la familia Mirabal se inicia cuando al asistir a una fiesta en el Palacio de la Gobernación en honor al dictador Trujillo, donde habían sido invitadas, este conoció a Minerva y se sintió atraído por su belleza. La familia Mirabal recibió entonces varias invitaciones de Trujillo en las cuales el dictador intentaba atraer a la joven Minerva, quien, cansada de sus intentos de seducción, no solo lo rechazó sino que solicitó al dictador dejar tranquilos a sus amigos militantes y perseguidos por la policía de Trujillo. A partir de este momento, la familia Mirabal no conoció descanso.

El padre de las tres hermanas fue detenido. Poco tiempo más tarde, Minerva también fue detenida, además de varios de sus amigos y amigas que pertenecían en su mayoría a la clase media alta e intelectual, lo que creó un clima de tensión nacional muy adverso al gobierno. Trujillo fue obligado entonces a poner en libertad a las mujeres detenidas.

Sin embargo, varias veces fueron nuevamente apresadas y en mayo de 1960, Minerva y su hermana María Teresa fueron condenadas a 18 años de cárcel. Por presión de la OEA y de la Iglesia, fueron nuevamente liberadas "bajo palabra". Finalmente, las tres hermanas Mirabal fueron vilmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960 con guión de "accidentes" al estilo clásico que utilizaba la policía cuando ordenaba la desaparición de opositores importantes.

Hoy día, la historia de las hermanas Mirabal es conocida también como historia de las "Mariposas", por ser este el nombre usado por ellas en sus actividades políticas en contra de la tiranía trujillista. Para mantener viva su memoria, en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá en 1981, se consagró el 25 de noviembre de cada año como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ratificado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 17 de diciembre de 1999, según Resolución 54/134.
A la hora que se lee esta columna, el mundo entero está conmemorando este día, que invita a romper cada vez más los silencios sobre estas tristes e inaceptables zonas de sombra de nuestras sociedades contemporáneas.

Hoy, 25 de noviembre, quise conmemorar en esta columna el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Si bien desde hace algunos años los medios están reportando estadísticas de violencias de género que nos muestran de manera esperanzadora que las mujeres están aprendiendo a ejercer su derecho a una vida libre de violencias y, por consiguiente, a denunciar hechos de violencias contra ellas, aún muchas personas desconocen las raíces de este día emblemático y la trágica historia de las hermanas Mirabal.